Por: Eddy Silvera
Asesor Financiero Panamá
Imaginemos un Panamá donde el presupuesto público no solo responda a las necesidades inmediatas, sino que construya una base sólida para el futuro de todos. Con la reciente controversia alrededor de la aprobación del presupuesto de $30,111 millones para 2025, surge una oportunidad única de reflexionar sobre cómo podría estructurarse y gestionarse idealmente un presupuesto de esta magnitud.
Es esencial que las instituciones responsables del manejo de los fondos públicos implementen prácticas que promuevan la rendición de cuentas y la participación ciudadana, garantizando que el presupuesto refleje las prioridades y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Aquí exploramos una propuesta de distribución que prioriza la eficiencia, el impacto social y la transparencia, con el objetivo de maximizar el bienestar y el desarrollo sostenible del país.
1. Educación: 25% ($7,528 millones)
Invertir en educación es la base de cualquier nación próspera. En Panamá, una cuarta parte del presupuesto podría destinarse a construir y modernizar escuelas, especialmente en áreas rurales, para asegurar que cada niño y joven tenga acceso a un ambiente de aprendizaje seguro. Además, el fortalecimiento de la capacitación docente, el acceso a tecnología educativa y el apoyo a estudiantes de bajos recursos son pasos cruciales para reducir la deserción escolar y promover una educación inclusiva y de calidad.
2. Salud Pública y Bienestar Social: 20% ($6,022 millones)
Una inversión significativa en salud pública permite garantizar una atención médica accesible y de calidad para toda la población. La construcción de hospitales y centros de salud en áreas remotas, el abastecimiento adecuado de medicamentos y el mejoramiento de las condiciones laborales del personal médico contribuyen a un sistema de salud más robusto y equitativo. La salud mental y los programas preventivos también son componentes esenciales para mejorar la calidad de vida de los panameños.
3. Infraestructura y Transporte Público: 15% ($4,517 millones)
Un sistema de transporte eficiente es fundamental para una economía en crecimiento. La expansión de la red de metro y buses, así como la mejora de carreteras y puentes, facilita el transporte de personas y mercancías, dinamizando la economía. Además, la infraestructura ecológica, como ciclovías y zonas peatonales, ayuda a crear una ciudad más accesible y sostenible, promoviendo un cambio hacia medios de transporte más limpios.
4. Seguridad: 10% ($3,011 millones)
La seguridad y la justicia son pilares para una sociedad justa y segura. Mejorar la capacitación y el equipamiento de las fuerzas de seguridad, así como digitalizar el sistema judicial, garantiza procesos rápidos y transparentes. A su vez, los programas de reintegración social ayudan a disminuir la reincidencia delictiva y facilitan la reinserción en la sociedad de aquellos en conflicto con la ley.
5. Desarrollo Económico y Emprendimiento: 10% ($3,011 millones)
Fomentar el emprendimiento y las pymes impulsa la economía y genera empleo. Los fondos de apoyo a emprendedores y la promoción del turismo sostenible son áreas de inversión estratégica que no solo fortalecen la economía, sino que también benefician a las comunidades locales. Además, la implementación de iniciativas de economía verde crea un mercado laboral en crecimiento que responde a los desafíos del cambio climático.
6. Innovación y Ciencia – 8% ($2,409 millones)
La ciencia y la tecnología son motores de desarrollo en un mundo globalizado. Apoyar la investigación y el desarrollo, ofrecer incentivos para startups tecnológicas y capacitar a jóvenes en habilidades digitales cierra la brecha tecnológica y fomenta el desarrollo de talento local. La innovación en estos campos no solo mejora la competitividad de Panamá, sino que también crea nuevas oportunidades de crecimiento sostenible.
7. Medio Ambiente y Agricultura Sostenible – 7% ($2,108 millones)
La protección de los recursos naturales y el apoyo a la agricultura sostenible son inversiones necesarias para asegurar un futuro viable. Los programas de conservación de la biodiversidad, la capacitación de agricultores en técnicas sostenibles y las estrategias de preparación ante desastres naturales son esenciales para mitigar el impacto del cambio climático y proteger los medios de vida de las comunidades rurales.
8. Participación Ciudadana y Transparencia – 5% ($1,505 millones)
Un presupuesto ideal debe ser transparente y participativo. La creación de portales digitales donde los ciudadanos puedan seguir el uso de los fondos en tiempo real y los foros de consulta pública fomentan la rendición de cuentas y la participación ciudadana en las decisiones financieras. Las auditorías externas aseguran que cada centavo se destine a los proyectos para los que fue asignado, evitando el despilfarro y los malos manejos.
Conclusión:
Un presupuesto de $30,111 millones podría transformar a Panamá si se asigna de manera inteligente y sostenible. Esta propuesta ideal de distribución enfoca recursos en sectores clave, como la educación, la salud y la infraestructura, sin olvidar la importancia de la innovación, el desarrollo económico y la transparencia. Así, Panamá podría no solo mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos en el presente, sino también construir un futuro donde el desarrollo inclusivo y la sostenibilidad sean una realidad.
Este enfoque en la eficiencia, la transparencia y la participación de todos garantiza que el presupuesto responda verdaderamente a las necesidades y aspiraciones de la sociedad panameña, construyendo un país próspero, seguro y equitativo.
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