Por: Eddy Silvera
En esta etapa post pandemia y a medida que se avecina el vencimiento de la tercera extensión de la moratoria para los Bancos y Financieras hasta el 30 de junio del 2021, el tema de la cobranza de los créditos para las empresas comerciales, pymes y consumo toman cada vez mas relevancia.
En este articulo analizaremos las tendencias y desafíos que se tienen para los próximos meses al respecto en un tema que ocupara la agenda de todas las instituciones financieras en Panamá y a cierto nivel en la región.
De acuerdo a los datos de la Asociación Bancaria de Panamá, el saldo de prestamos en moratoria asciende a $19,500 millones a abril 2021 (41% del total de la cartera), una morosidad real del 5 %, una morosidad sintética que podría llegar al 17%, y un total de 632,000 personas que todavía están bajo el régimen de moratoria para este primer semestre del 2021.
Ya desde hace varios meses, los bancos se encuentran negociando con sus clientes para llegar a los acuerdos en términos de pago, dando gracia de pagos de capital, diferimiento en el pago de los intereses de la moratorio y extensiones de plazo dependiendo del grado de afectación que le ha generado la pandemia a cada cliente y su capacidad de reactivación así como generación de flujo para poder pagar sus deudas comerciales y/o personales. Por tal razón, es imperativo que los bancos fortalezcan y dediquen mas recursos, tiempo e inversión para mejorar sus procesos y capacidades de cobro.
Al respecto, ya los bancos están trabajando modelos predictivos con inteligencia artificial (como es el caso de Quash.ai) para mejorar su capacidad y efectividad en los cobros, así como herramientas que apoyan la estrategia de cobro para mejorar los indicadores y metas de cobros para mejorar el desempeño. Cada vez mas, las entidades financieras se están apoyando en herramientas digitales, sistemas tecnológicos en sus procesos de cobranza. Al contar con sistemas para generar herramientas de automatización de los cobros y autoservicio de los clientes para pagar sus acreencias, así como sistemas automáticos de seguimiento, llamadas, mensajes a los clientes, esto debe favorecer a los bancos en: su gestión de cobros; y mejor manejo de sus matrices y sistemas de riesgo.
Hemos visto cambios en la estrategia de cobros: orientación a definir los perfiles de clientes en su capacidad y disposición de pagar así como acordar refinanciamientos con los bancos; la utilización de modelos predictivos de cobros digitales; la cobranza en periodos mas tempranos para llegar a acuerdos con los clientes y evitar mayores provisiones los próximos meses; y la utilización de asesores y agencias de cobro externo para mejorar la capacidad de cobranza, reducción de los niveles de carteras provisionadas y castigadas, así como la mejora de los indicadores de desempeños en el área de cobranzas de los créditos.
Sin embargo, la transformación digital del cobro de las empresas y las nuevas capacidades teconologicas debe venir acompañada por la experiencia y dedicación de los equipos de cobranzas internos y externos de los bancos e instituciones financieras; mejorar la experiencia del cliente que tiene dificultades financieras para apoyarlo y llegar a acuerdos de repago beneficiosos para ambas partes; y el seguimiento del cobro con los clientes como pieza clave y fundamental apoyado con las nuevas herramientas digitales y nuevas formas de comunicación que serán utilizadas con mayor fuerza en los próximos meses post covid.
Recomendamos a los bancos y financieras que sigan alentando a sus clientes para normalizar el pago de sus obligaciones; que conversen para documentar las afectaciones de los deudores para conocer las nuevas realidades así como capacidades de pagos de los mismos; que se apoyen en sistemas de inteligencia artificial y digitales para tomar las decisiones y seguimiento en los cobros; y de ser necesario que recurran a asesores financiero externos y agencias de cobranzas para mejorar sus indicadores en términos de recuperación, cobros, disminución de provisiones, ingresos por cobranzas y evitar castigos en sus carteras crediticias que no sean necesarios.
Comments